El Ecosistema Startup: sobre burbujas y unicornios

El nuevo cambio en la valoración de las startups está provocando un tsumani de incertidumbre entre los inversores de venture capital, que temen que la llamada burbuja de las startups sea una realidad y sus inversiones puedan verse en serio peligro. Mientras tanto, los llamados unicornios y aquellos otros en puertas de serlo en breve se mantienen a la expectativa para ver como sus nuevas valoraciones pueden afectar a su futuro más próximo. Conozcamos más detalles sobre el ecosistema startup en el siguiente artículo.

En estas últimas semanas, desde Inforges, hemos estado muy conectados al mundo startup gracias a nuestras colaboraciones con Demium y Zakut. Con Demium, organizamos un par de encuentros en Murcia y Cartagena con el objetivo de presentarles las oportunidades de crecimiento que, desde Inforges y la propia aceleradora, podemos brindarles. Y con Zakut, simplemente, hicimos una visita de cortesía para explorar sinergias y conocernos de primera mano.

Para Inforges, como consultora especializada en el ámbito de la innovación, es casi un deber el hecho de estar al día, de saber qué se mueve dentro del mundo startup. Y ya no es sólo por la enriquecedora exploración de mercados y tendencias, sino también porque hemos de conocer el ecosistema startup para hacer una prospección adecuada de soluciones de base tecnológica cuando así se nos demanda.

Es un ecosistema, el del mundo startup, en continua evolución. Y, por lo tanto, muy inestable, ya que el modelo de negocio con el que se concibe una idea en su origen tiene que ir cambiando al mismo ritmo que el mercado, un auténtico reto al que además se suman muchos emprendedores sin bagaje previo en el mundo de los negocios, de ahí la importancia del mentoring y el acompañamiento en este mundo.

Los datos son claros en este sentido:

• 1 de cada 3 startups no alcanza el 1º año de vida.
• Y 9 de cada 10 startups desaparecen antes del 4º año de vida.

Unos números que asustan, pero que no echan para atrás a los emprendedores. De hecho, España es el cuarto país de Europa con mayor número de startups, sólo superado por Reino Unido, Francia y Alemania.

Así, a fecha de julio de 2022, existen unas 11.000 startups que dan cabida a unos 140.000 empleados. Además, dentro de este ecosistema, tenemos que contabilizar a los más de 6.000 inversiones privados, los más de 350 grupos de inversión, las casi 150 aceleradoras y casi un centenar de incubadoras.

Y es que el ecosistema startup ha multiplicado por 20 su valor hasta alcanzar los 83.000 millones de euros, lo que equivaldría, aproximadamente, al 15% de la cotización de todas las empresas del IBEX35. Un valor, eso sí, que en los últimos tiempos se ha puesto en tela de juicio: incluso se habla de una burbuja similar a la del sector inmobiliario de 2008 en España.

El debate, en concreto, se centra en la forma en que se evalúa el valor potencial económico de una startup. Un valor por el que inversionistas de venture capital se guían para enfocar sus apuestas por estas startups, las cuales, sin una historia que avale sus flujos de caja futuros, tienen muy difícil acceder a otro tipo de financiación como la que pueden ofrecer los bancos.

Por ello, a este venture capital también se le conoce como capital de riesgo,
porque en sí no hay garantías de éxito, lo cual no quiere decir que estas firmas inversionistas o business angels no esperen sacar beneficio de su negocio. Al final, como decía, es una apuesta, y la esperanza está en sacar provecho de unas cuantas startups muy rentables que compensen las pérdidas del resto, que serán la mayoría.

Pues bien, como comentábamos, el problema está ahora en la medición de ese valor de la startup: una medición, que se hace en base a unos desarrollos que, en ocasiones, están en una fase demasiado especulativa. Por lo que, ahora pretende ser más robusta y cuantitativa, o dicho de otra forma, más conservadora en la mayoría de los casos.

Lo que se pretende en sí es cribar qué empresas de verdad son rentables y sostenibles y, por tanto, las que podrían hacer frente a su modelo de negocio incluso sin esa ansiada financiación externa. Y esto, por tanto, no tiene por qué hacer decrecer el valor de todas las startups, ya que algunas incluso lo aumentarán.

Sin embargo, si de verdad esa citada burbuja existe como tal, lo más normal es que el valor de prácticamente todas las startups decrezca, y en algunos casos de forma abrupta.

Muchas startups, por tanto, dejarán de tener esa categoría de “unicornio”. Una categoría sólo destinada a aquellos privilegiados capaces de alcanzar un valor de 1.000 millones de dólares en algún momento de su proceso de levantamiento de capital sin haber cotizado aún en bolsa.

En España, en concreto, ya contamos con 9 unicornios, entre los que se encuentran firmas tan reconocidas como Glovo, Cabify, eDreams o Idealista:

Fuente: El Referente

Una lista a la que, en breve, se les deberían haber podido sumar otros compañeros de la talla de Factorial, Wallapop, civitatis, Typeform o, la cartagenera ODILO, nuestro referente en la Región de Murcia. Y digo debería porque con el escenario actual de la reevaluación ahora cualquier escenario futuro queda en entredicho.

Fuente: el Referente

A partir de aquí hay que entender que esta reevaluación no sólo se dará en España, sino bajo un contexto global macroeconómico que ya está mostrando las primeras consecuencias en la cuna del universo Startup en Silicon Valley.

Así, Combinator, la aceleradora de startup más prestigiosa de la zona y responsable de impulsar marcas como Reddit, Airbnb o Dropbox; advirtió el pasado mayo a sus protegidos que se preparen para lo peor ante el potencial derrumbe del mercado y una inminente recesión económica.

Desde entonces, empresas del nivel de Shopify han perdido casi el 80% de su valor. Mientras, otros gigantes como Facebook anunciaban recortes inminentes, a la par que startups como Peloton, better.com o cameo han hecho despidos masivos. Todos ellos movidos por unos augurios que ya se empiezan a tangibilizar en números.

Fuente: Pitchbook

En España, de momento, sólo Domestika ha llevado a cabo un despido reseñable que ha afectado a unos 150 empleados, incluso después de haber levantado casi 100 millones de euros en su última ronda de financiación.

Vienen, en definitiva, malos tiempos para el ecosistema startup, y por eso, desde Inforges creemos que es tan importante estar ahora mismo a su lado, apoyándoles en la parte más estratégica: desde el modelo de negocio, pasando por el desarrollo y escalado de sus productos, hasta la consolidación de estos en el mercado, reduciendo al máximo su time-to-market.