El Project Management surge de la necesidad de implantar en la empresa formas de gestión que permitan alcanzar mayor integración y eficiencia, maximizando así el impacto de un resultado sostenible. Esta metodología, “gestión por proyectos”, nos ofrece una solución útil para afrontar operaciones complejas que de otra manera resultarían muy difíciles de dominar.
¿Cuándo ha sido tu última gran idea?
Todos llegamos a experimentar ese momento en el que “se nos enciende la bombilla” y ¡eureka! Tenemos una gran idea que, de seguir adelante, dará como resultado el origen de un proyecto. Pero el aspecto que realmente aporta valor a esa idea, el más relevante, es su ejecución.
Hacia los años 50 y 60, en Estados Unidos, surge en el ámbito empresarial el concepto de gestión por proyectos, bajo el término de “Project Management”. De esta manera, la gestión por proyectos surge de la necesidad de implantar en la empresa formas de gestión que permitan alcanzar mayor integración y eficiencia, maximizando así el impacto de un resultado sostenible.
Cuando emprendemos un nuevo proyecto, hay ciertos aspectos que no pueden escapar de nuestro control. Por ello, debemos asegurar una buena gestión de todos y cada uno de ellos, pues <<la clave de la gestión por proyectos radica en aplicar principios simples de planificación, decisión y control a la consecución de unos objetivos previamente definidos>> (Pereña, J. 1991).
Pero… ¿qué es exactamente un proyecto?
Un proyecto es un conjunto de acciones planificadas y organizadas, que tiene un inicio y un fin previamente establecido. Estas son definidas, generalmente, por un jefe de proyectos, quien dirige y coordina un equipo de personas que poseen roles, funciones y tareas definidas a fin de conseguir un propósito común claro. Para ello, utiliza los recursos humanos, materiales y económicos necesarios para asegurar el éxito en la consecución de dicho propósito.
¿Sabías que… todo proyecto consta de tres objetivos?
El Management es un saber transversal y, como tal, requiere de un planteamiento previo de objetivos para poder llevar a cabo una gestión por proyectos productiva:
- El primer objetivo es el objetivo técnico. Este es la razón de ser del proyecto, surge a partir del análisis de la idea inicial.
- El segundo es el objetivo de coste. Se trata de la justificación de las diversas acciones que se realizan para la consecución de los objetivos y el coste que implica cada una de ellas.
- Y el tercer y último objetivo es el plazo de realización del proyecto. A través de la planificación del proyecto y mediante la división de tareas en unidades más pequeñas que garanticen la consecución de los objetivos previamente establecidos.
Y ¡voilà! Una vez cumplidos estos tres objetivos, garantizamos el éxito de nuestro proyecto.
El Project Management y su rentabilidad para la organización
Llegados a este punto, hemos generado un proyecto y sabemos qué vamos a hacer, cómo lo vamos a hacer, cuál es su inversión y cuándo estará finalizado. Ahora, lo más importante es saber si nos resulta o no rentable. Este dato lo hallaremos a partir de dos parámetros, el beneficio y la inversión. El resultado de este análisis nos permite tomar la decisión de sí llevar a cabo o no el proyecto.
Y puesto que la puesta en marcha de este proyecto pretende conseguir efectos beneficiosos tras su aplicación, también, es importante realizar un análisis de coste-eficacia. Para ello, podemos establecer indicadores de medida que nos permitan realizar un seguimiento de los propósitos que queremos conseguir, lo que nos aporta, no solo un plus de objetividad, sino que nos permite tomar decisiones y llevar a cabo acciones de mejora.
Como se puede observar, a partir de sistematizar las formas de organización y de aplicar diversas técnicas de gestión adecuadas, la metodología Project Management nos ofrece una solución útil para afrontar operaciones complejas que de otra manera resultarían muy difíciles de dominar.
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