En muchas ocasiones, las empresas saben que quieren dar un salto a su futuro con la incorporación de nuevos proyectos, retos, innovando o mejorando sus procesos existentes, pero no tienen claro cómo hacerlo. Gestionar el cambio no es nada sencillo y la primera pregunta siempre se repite: ¿Por dónde empiezo?
En un entorno cambiante donde es necesaria la adaptabilidad y flexibilidad de las empresas, el plan director es la herramienta idónea para llevar a cabo esta gestión del cambio enfocada a la innovación, transformación digital, mejora de procesos o estrategia de futuro.
Su enfoque, duración y nivel de profundidad dependerá de las necesidades que la empresa tenga en el momento de su puesta en marcha.
Horizonte temporal y nivel de afectación de un Plan Director
Los planes directores pueden comprender desde uno o dos años, como parte de los planes estratégicos, hasta más de cinco. Todo dependerá de la casuística concreta a la que se enfrenta la empresa, así como del nivel de afectación, pudiendo abarcar en ellos desde un solo departamento a la totalidad de la empresa. La idea es que un plan director tenga la suficiente amplitud para obtener el nivel de detalle máximo de todos los ejes estratégicos a estudiar y, a partir de ahí, poder especificar cuáles son las tácticas a poner en marcha.
En definitiva y, para entenderlo de forma sencilla, solemos decir que se asemeja mucho a visitar a un médico cuando tenemos un problema y queremos que nos receten algo para solucionarlo.
Esto se refleja claramente en las cuatro fases que conforman los planes directores, a las que llamamos: radiografía, diagnóstico, prescripción y seguimiento.
1º Fase: Radiografía
Es la fase en la que, mediante la co-creación, podemos explorar qué necesidades tiene una empresa. Esta co-creación está liderada por un facilitador experto y en ella participan tanto el facilitador como diferentes agentes implicados de dicha empresa. A través del uso de diferentes herramientas y metodologías ágiles se llega a entender cuál es el punto de partida para seguir avanzando.
2º Fase: Diagnóstico
Esta segunda fase, se desarrolla en una siguiente sesión dónde, nuevamente, el facilitador apoya al equipo de la empresa en la definición de la mejor vía para alcanzar el escenario futuro al que pretenden llegar.
Hay múltiples formas de alcanzar un fin, la diferencia reside en la vía elegida. En esta sesión se mapean las diferentes opciones teniendo en cuenta el esfuerzo que supone cada una de ellas, así como el impacto y tiempo estimado de su puesta en marcha o ejecución.
3º Fase: Prescripción
La tercera fase es donde se elabora realmente el plan director. Una vez identificadas las necesidades y estudiada la forma en la que se debe comenzar a actuar, se presenta un informe a la empresa con toda la información recogida y las iniciativas propuestas a desarrollar (o bien por su cuenta, o de forma conjunta). Una vez presentado ese informe se recoge un feedback que el facilitador usará para terminar de moldear el plan director y, cuando se solicite, acompañar de una prescripción de soluciones o proveedores que ayuden a una ejecución exitosa del plan.
4º Fase: Seguimiento
Los planes directores no solo consisten en la definición de una serie de acciones a poner en marcha para obtener unos resultados deseados, sino que requieren de cierto seguimiento para comprobar que las acciones propuestas se están desarrollando de manera efectiva.
En esta última fase, se pueden monitorizar las KPI’s asociadas al plan de actividades o generar la matriz impacto-coste-esfuerzo para la obtención de una visión global del conjunto del plan director. Tras esto y, si la empresa lo demanda, se puede realizar un acompañamiento en la implementación de cada una de las actividades asociadas al plan como si de un proyecto individual se tratara.
¿Para qué tipo de empresas es recomendable desarrollar un plan director?
En realidad, los planes directores son 100% adaptables a cualquier empresa, ya que en lo único que se parecen unos de otros es en las fases anteriormente mencionadas y en que todas las empresas que apuestan por ellos tienen algo común: ganas de mejorar.
Más allá de eso, cada uno de ellos desemboca en un diagnóstico diferente con su correspondiente plan de acciones sobre las que trabajar, encaminado a la consecución del fin o fines perseguidos.
Si tu empresa tiene que enfrentarse a cambios y tú tampoco sabes por dónde empezar, desde el área de Innovación y Transformación Digital, te ayudamos a implementar un Plan Director 100% adaptado a tus necesidades.
Consultoría Transformación Digital
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