La fulgurante aparición del Metaverso de Facebook (ahora Meta) promete cambiar el mundo que ahora conocemos, pero, ¿cómo nos repercutirá? ¿Podría llegar incluso a afectar a mi empresa aunque nada tuviera que ver con este campo? Intentemos condensar lo que se sabe hasta el momento poniendo ya sobre la mesa las potenciales posibilidades que puede tener para el mundo profesional.
Con este artículo pretendo mostrar un poco de luz a todos aquellos que aún no se han interesado por conocer qué es eso del Metaverso, que no cesa de salir en las todas noticias, desde hace unas semanas.
Seguramente, si aún no te has puesto al día será porque entiendes que todo esto del Metaverso te queda aún muy lejano, tanto a nivel personal como profesional. Luego, ¿para qué molestarse en buscar información que, como mucho, podré usar en alguna tertulia improvisada de amigos dónde alguien, por casualidad, pudiera hacer referencia al tema?. No tiene sentido.
¿O sí lo tiene? La verdad, con el paso de los años, si algo he aprendido es que no hay nada peor que el autoconvencimiento sin base empírica. Es decir, para tener una opinión que sirva de referencia he de fundamentarla en el dato y en una interpretación coherente. Todo lo que no sea haga así, son conjeturas. Así de sencillo.
Por tanto, siempre que sale un avance disruptivo como puede ser este del Metaverso, intento documentarme de forma adecuada en la medida que me es posible teniendo en cuenta lo incipiente de la iniciativa, porque evidentemente esta labor documental ha de ser recurrente en paralelo a la aparición de nuevas noticias relacionadas. A partir de aquí, empecemos definiendo qué es el Metaverso, un término, sin duda, bastante abstracto.
El metaverso será un mundo virtual o espacio digital 3D en el que nos adentraremos mediante el uso combinado e interconectado de las realidades inmersivas (virtual, aumentada y mixta) con el fin de dar forma a un entorno dónde los humanos podamos interactuar social y económicamente.
La iniciativa del metaverso nace de Facebook (ahora Meta) dado que, por su concepción de red social, tiene la estructura básica ideal para crear este mundo virtual: millones de usuarios interconectados que muestran sus intereses de forma abierta y tienen espacios específicos para debatir entorno a ellos. Aunque nadie esté diciendo con esto que el camino vaya a ser sencillo, pasaran años, entre 5-10 se estima, para que podamos ver los primeros adentramientos tangibles en este metaverso. Y entre 10-15 para conseguir que el usuario disfrute de un entorno completo.
Sin embargo, ahora es el momento ideal para hacer pública la iniciativa y su correspondiente rebranding como Meta. Y es que, como seguro que muchos ya conocéis, la imagen de Facebook había sido gravemente dañada en los últimos años por las graves acusaciones de venta de información privada de usuarios, las filtraciones del Facebook Papers o sus abusivas prácticas anticompetitivas.
Aclarado el término, preguntas que nos pueden surgir rápidamente… ¿pero esto de las realidades inmersivas no existía ya? Obviamente, la realidad aumentada, virtual y mixta llevan ya varios años acompañándonos, pero lo hacen en forma de iniciativas acotadas, como por ejemplo las ferias o conciertos en realidad virtual que proliferaron en los primeros meses de pandemia. La clave del metaverso es la interoperabilidad, de forma que todos los aspectos de nuestra vida personal y profesional pudieran gestionarse de forma coordinada desde un mismo entorno virtual. Una condición que, de hacerse realidad, tendría que garantizar al usuario que su propia privacidad nunca se vería comprometida. El mayor de los retos para mí, sin duda.
Otra pregunta que puede surgir, sobre todo entre el público más “gamer” es… ¿pero en qué se diferencia esto de la comunidad gamer que ya existe, por ejemplo, en Steam? Pues de nuevo la diferencia la hemos de buscar en la interoperabilidad. En cualquier comunidad gamer, y asociado a un juego en particular, uno puede interactuar en tiempo real con otros usuarios, diseñarse su propio avatar o personaje virtual, etc., pero no puede conectar, por ejemplo, su espacio de trabajo dentro de esta misma plataforma.
Y para terminar, otra pregunta recurrente este ese mismo público “gamer” más senior, puede ser… ¿y esto no es lo mismo que el fallido Second Life? Efectivamente, Second Life podría definirse como el desarrollo cuyo concepto es el más cercano al metaverso actual, pero con la connotación de que las realidades inmersivas no entraban en la ecuación de aquella iniciativa nacida allá por el 2003. Una iniciativa cuyo declive vino asociado, precisamente, a los problemas de privacidad, a los que ahora deberá de hacer frente el metaverso para garantizar su éxito, presente y futuro.
A partir de aquí, pasemos a desgranar las posibilidades de este nuevo mundo virtual, tanto a nivel personal como profesional:
- Lo primero es aclarar que, puede ser que a futuro existan más proyectos de metaversos, no sólo el de Facebook. Microsoft, apoyado en su solución Mesh, ya está planeando también el salto, Apple avanza como no podía ser de otra manera, y Google también lo tienen en su hoja de ruta, pero quieren ser más precavidos en este sentido. Además, existen muchas otras compañías dispuestas a dar guerra, como puede ser SoftBank, NVIDIA, HTC, Sony, Qualcomm, Niantic, Tencent, Nike, Carrefour o Alibaba. La carrera por conquistar el metaverso ha comenzado.
- Facebook planea invertir cerca de 18.500 millones de dólares y generar 10.000 nuevos puestos de trabajo en toda Europa, puestos entre los que se listan ingenieros de software, científicos de datos, diseñadores, gestores de productos e ingenieros de hardware; aunque si bien, habrá empleos en todas las áreas de la empresa.
- El metaverso de Facebook permitirá una experiencia personal y profesional completa, como ir al cine, jugar videojuegos, conocer museos, acudir a conciertos o el home office, a través de las soluciones Infinite Office y Workrooms.
- No está claro aún el modelo de explotación del negocio del metaverso, podría ser en modo suscripción freemium (gratis de base, con extras de pago), totalmente gratis (apoyado en la publicidad de la propia plataforma) o con un nuevo modelo económico basado en blockchain.
- Lo que si parece claro, es que cada usuario contará con su propio avatar o personaje virtual totalmente personalizable. Aquí entra la problemática de monetizar o no este aspecto, como ocurre en otras plataformas, ya que se puede caer en el error de generar clases sociales en función del poder adquisitivo, lo cual volvería la plataforma elitista. Un aspecto a cuidar sin duda.
- Y por último, obviamente, entra en juego el factor psicológico-social. Facebook defiende que su metaverso ayudará a facilitar las interacciones sociales de todo tipo acercando a las personas, pero, obviamente, lo hará en un entorno 100% virtual, lo que crea ciertas reticencias respecto al aislamiento social físico de los usuarios y la perdida de costumbres sociales más clásicas.
Luego, sintetizando qué oportunidades puede aportar, a día de hoy, el Metaverso a mi negocio, partiendo de la obviedad de que aún todo está muy inmaduro:
- Desarrollo de productos y servicios: conociendo los objetivos que persigue el metaverso se puede pensar en rediseñar cualquier tipo de experiencia lúdica, educativa, etc. para un formato 100% virtual. Ecommerces, educación, arte, etc. son campos que, sin duda, están llamados a redefinirse de forma profunda.
- Equipamiento virtual: un mundo virtual de tal calibre requerirá de creadores gráficos de contenido en modo de escenarios, atrezo, avatares, indumentarias, etc. Cualquier aspecto digno de personalizar puede ser objeto de negocio.
- Equipamiento físico: obvio que los dispositivos jugarán un papel clave en el éxito de esta iniciativa. Todos conocemos los pros y contras de las gafas de realidad virtual, por ejemplo. Y el gran reto está precisamente en eso, en hacer que la experiencia de usuario, para cualquiera de las realidades inmersivas, sea lo más grata posible.
- Espectáculos y eventos: llevar cualquier experiencia lúdica o profesional a un entorno virtual, dónde la experiencia pueda ser lo más cercana posible a la realidad, es una clara oportunidad a explotar.
- Publicidad digital: el nuevo metaverso, estoy convencido, nos llevará a desarrollar nuevas fórmulas y mecanismos para impactar al usuario en modos nunca antes contemplados. Un lienzo en blanco para ser esbozado por nuestros mejores publicistas y creativos.
- Normativa: el gran olvidado en casi todas las iniciativas disruptivas de este tipo. Abrimos un nuevo horizonte con todo por escribir, con todo por definir. Y si queremos que el metaverso triunfe, se tendrá que fijar una legislación clara y transparente en términos de privacidad, seguridad, modelo de explotación, ética de uso y demás aspectos transversales.
En definitiva, las nuevas posibilidades que se abren con los metaversos, sea el de Facebook (ahora Meta) o cualquier otro competidor, son infinitivas. Y van a afectarnos, en mayor o menor medida, y de forma más o menos directa, en un futuro no muy lejano (10-15 años).
Por tanto, desde Inforges estaremos muy atentos, ya que la carrera por el metaverso promete ser apasionante en todos los sentidos. Si bien, parece ser que aún tenemos un tiempo más que prudencial para pensar en como adaptar nuestro negocio a las novedades que implicarán, sin duda, los nuevos desarrollos que se irán sucediendo en las próximas fechas.
Y, si deseas estar siempre al día de todas las novedades tecnológicas que se otean en el horizonte digital, no dudes en preguntar por nuestros servicios de vigilancia tecnológica, dentro del área de negocio de Transformación Digital.