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¿Rediseñar un producto o crear uno nuevo? El cliente manda

¿Rediseñar un producto o crear uno nuevo?

La necesidad de diseñar o rediseñar un producto no es algo emergente. Aunque siempre ha existido, actualmente está cambiando el foco por el que las empresas deciden hacerlo y se están centrando en un aspecto clave: el usuario.

La necesidad de diseñar nuevos productos no es algo emergente, la innovación en producto es un tema presente desde los inicios del comercio. Ya en la revolución industrial, la invención de nuevas tecnologías cambió la forma en que se producían bienes, dando lugar a la producción en masa y a la creación de nuevos productos nunca vistos.

En definitiva, la innovación de producto es una cuestión permanente en la historia del comercio y las empresas hasta hoy en día, donde está sigue siendo una necesidad crítica para la supervivencia y éxito de las empresas en un mercado cada vez más dinámico en busca de la distinción.

En un mundo cada vez más competitivo, el diseño de nuevos productos ha sido clave para estar a la vanguardia del mercado y superar a la competencia. Sin embargo, hoy en día el motivo por el que las empresas innovan en productos se aleja de la clásica rivalidad con la competencia para acercarse más al consumidor. En la actualidad, los consumidores están más informados, saben lo que quieren y, en consecuencia, las empresas deben esforzarse en ofrecer productos o servicios innovadores capaces de satisfacer sus necesidades y expectativas.

 

¿Qué espera el cliente de un nuevo producto?

Cuando se trata de diseñar o rediseñar un producto, debemos tener en cuenta qué espera el cliente. Sus principales demandas son: que tenga un diseño atractivo, sea fácil de usar, intuitivo y, sobre todo, que cumpla su propósito principal.

  • Diseño atractivo: Un buen diseño puede aportar valor al producto, haciéndolo más atractivo, influyendo sobre la percepción de calidad y diferenciándolo de la competencia.
  • Fácil de usar e intuitivo: Que no implique tener altos conocimientos previos o suponga realizar un gran esfuerzo para ser utilizado. Un diseño intuitivo puede reducir los errores y frustraciones del usuario. Además, un producto fácil de utilizar puede aumentar la fidelidad de los clientes hacia la marca.
  • Que cumpla con su propósito inicial: Que el producto se adapte a las necesidades de los clientes, ofreciéndoles una solución efectiva y eficaz. Si un producto no cumple con su función inicial, es poco probable que tenga éxito en el mercado.

Junto con esto, es importante tener en cuenta cuál es el proceso por el que el usuario pasa cuando emplea nuestro producto. Esto es, la experiencia del usuario:

La experiencia de usuario es un factor clave en la decisión de compra de nuevos productos por parte de los clientes. Tener en cuenta la experiencia de estos afectará directamente a su satisfacción. Empresas como Apple, Netflix o Airbnb son claros ejemplos en los que el enfoque hacia el usuario ha supuesto un antes y un después. Todas ellas, a través del análisis del comportamiento de sus usuarios, han sido capaces de iterar para añadir mejoras a la hora de rediseñar sus productos hasta alcanzar aquel que mejor ha cubierto sus necesidades y deseos, dando lugar, como resultado, a una gran aceptación en el mercado.

 

3 motivos por los que rediseñar un producto puede ser la mejor opción

Crear un nuevo producto requiere de mucho trabajo e investigación previa, además de una gran inversión que en algunos casos es difícil de afrontar y se puede evitar. Existen ocasiones en las que puede ser mejor opción rediseñar un producto antes que crear uno nuevo por los siguientes motivos:

  1. Aprovechamiento del conocimiento y experiencia: Ya existe un conocimiento previo del producto. Es posible que ya se hayan identificado problemas u oportunidades de mejora, por lo que se ahorrará tiempo y recursos en el proceso de diseño.
  2. Mantener la base de clientes: Si el producto ya tiene una base de clientes, rediseñarlo en vez de retirarlo y generar uno nuevo, ayudará a mantener la familiaridad con el producto y la lealtad de sus usuarios.
  3. Ahorro de costes de marketing: Los costes de marketing no son tan altos como lo serían si hubiera que originar una campaña de publicidad y promoción para dar a conocer el nuevo producto en el mercado.

 

¿Cuándo has diseñado un producto has tenido en cuenta las expectativas de tus clientes?  Si necesitas ayuda en relación con estas cuestiones, en Inforges tenemos la experiencia y conocimientos para guiarte en el camino de la innovación en producto.

 

¿Tienes que rediseñar un producto y necesitas orientación?

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Innovar no es sólo idear. Innovar es materializar esas ideas, dentro de un proceso de creación sostenible, cuyo fin es conquistar el mercado, para que genere valor tangible en el núcleo del negocio.

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