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Fuga de datos: qué es, causas y cómo proteger tu empresa

Fuga de datos: qué es, causas y cómo proteger tu empresa

Con la creciente digitalización y conectividad, las empresas se enfrentan a una amenaza crítica: las fugas de datos. Imagina por un momento que toda la información confidencial de tu empresa, desde datos financieros hasta secretos comerciales, caen en las manos equivocadas. Las consecuencias pueden ser devastadoras: pérdidas económicas millonarias, daño irreparable a la reputación y pérdida de confianza por parte de clientes y socios.

En nuestro artículo exploraremos en profundidad qué es una fuga de datos, cómo se produce, los diferentes tipos que existen, y lo más importante, cómo puedes proteger tu empresa contra estos incidentes. Además, analizaremos casos reales de empresas que han sufrido filtraciones y aprenderemos de sus experiencias.

Índice

¿Qué es una fuga de datos?

Los datos es uno de los activos más valiosos que tienen las empresas. Los ciberdelincuentes son conscientes de ello, por eso es imprescindible detectar a tiempo una fuga de información para garantizar la continuidad de negocio y la confianza con los clientes

Una fuga de datos se define como un incidente de seguridad en el que información confidencial o sensible se expone, se transmite o se accede sin autorización. Este tipo de incidentes puede afectar tanto a datos personales de empleados o clientes como a información crítica para el negocio, como planes estratégicos, contraseñas, propiedad intelectual o información financiera.

Las fugas de datos pueden producirse de distintas maneras: desde errores humanos hasta ciberataques dirigidos. En cualquier caso, su impacto puede ser grave, afectando a la reputación de la empresa, provocando sanciones legales o regulatorias y generando importantes pérdidas económicas.

 

¿Cómo se produce una fuga de datos?

Una fuga de información puede producirse de distintas maneras, bien de forma accidental o intencionada:

  1. Ciberataques: Los ciberdelincuentes utilizan diversas técnicas como el phishing, malware, ransomware o exploits para acceder a los sistemas de las empresas y robar información. Estos ataques suelen estar dirigidos a obtener credenciales, datos personales o información estratégica.
  2. Vulnerabilidades en los sistemas: Aplicaciones desactualizadas, configuraciones incorrectas o falta de medidas de protección básicas como el cifrado pueden dejar la puerta abierta a terceros.
  3. Amenazas internas (Insiders): Empleados o colaboradores con acceso a información crítica pueden, de forma voluntaria o por negligencia, provocar una filtración de datos. En algunos casos, se trata de acciones maliciosas; en otros, de desconocimiento o falta de formación en ciberseguridad.
  4. Errores humanos: Es una de las causas más comunes. Envíos de correos electrónicos a destinatarios incorrectos, compartir documentos sin las debidas restricciones o la pérdida de dispositivos con información sensible y sin la debida protección como el cifrado de disco, pueden derivar en una fuga.
  5. Uso de servicios no autorizados: Cuando los empleados utilizan herramientas o plataformas no aprobadas por el departamento de IT para almacenar o compartir información, se incrementa el riesgo de pérdida o exposición de datos. De ahí la importancia de controlar todo el perímetro y también establecer política de control de aplicaciones.

 

Tipos de fugas de datos

Las fugas de datos no son todas iguales. Dependiendo de cómo se produzcan y del tipo de información comprometida, podemos clasificar las fugas en varios tipos. Conocerlos ayuda a adaptar mejor las medidas de prevención y respuesta:

  1. Fugas por ataques externos
    Provocadas por cibercriminales que acceden a los sistemas mediante técnicas como el phishing, malware o explotación de vulnerabilidades.
    Ventaja: Con una buena estrategia de ciberseguridad (firewalls, EDR, monitorización 24/7, SOC-CSIRT), se pueden detectar y contener a tiempo.
    Inconveniente: Los atacantes son cada vez más sofisticados y persistentes, lo que requiere una inversión continua en seguridad.
  2. Fugas en la cadena de suministro
    Suceden cuando un proveedor o tercero que maneja información de la empresa sufre una brecha de seguridad.
    Ventaja: Externalizar servicios puede mejorar la eficiencia.
    Inconveniente: Aumenta la superficie de ataque y el riesgo si no se evalúa adecuadamente la seguridad del proveedor.
  3. Fugas intencionadas (insiders maliciosos)
    Empleados o exempleados que filtran información por beneficio personal, venganza o motivaciones externas.
    Ventaja: Pueden mitigarse con políticas de control de accesos y monitorización.
    Inconveniente: Son difíciles de prever y detectar si el usuario tiene permisos legítimos.
  4. Fugas accidentales
    Se producen por errores humanos no intencionados, como enviar un archivo a la persona equivocada o dejar información expuesta en la nube sin protección.
    Ventaja: En muchos casos, son detectables y evitables con formación y buenas prácticas.
    Inconveniente: Su frecuencia es alta y, aunque no haya intención maliciosa, el impacto puede ser grave.
  5. Fugas físicas
    Ocurren cuando se pierden o roban dispositivos físicos como portátiles, móviles o discos duros que contienen información confidencial.
    Ventaja: Se puede minimizar el impacto con cifrado y gestión remota de dispositivos.
    Inconveniente: Si no hay medidas preventivas, el acceso a los datos puede ser inmediato.

 

¿Cómo se gestiona una fuga de datos?

La gestión adecuada de una fuga de datos es esencial para reducir su impacto y prevenir consecuencias mayores. Es fundamental que la respuesta sea rápida, bien organizada y siguiendo un plan previamente establecido. A continuación, se describen los pasos clave para llevar a cabo una gestión eficaz:

Detección y contención inmediata

El primer objetivo es identificar la fuga lo antes posible y contenerla para evitar que la información siga expuesta. Esto puede implicar desconectar sistemas afectados, revocar accesos o aislar dispositivos comprometidos.

Análisis del incidente

Una vez contenida la fuga, es necesario investigar cómo se ha producido, qué tipo de datos se han visto comprometidos, quién ha sido el responsable y cuál ha sido el alcance real. Esta información es clave para tomar decisiones informadas.

Comunicación y notificación

Si los datos afectados incluyen información personal, la empresa está obligada a notificar el incidente a la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) en un plazo máximo de 72 horas o incluso antes si la empresa está dentro del marco de la normativa NIS2. Es importante notificar también a los afectados si sus datos se han visto comprometidos. La transparencia en este punto es fundamental para mantener la confianza.

Medidas correctivas y preventivas

Tras el análisis, se deben aplicar mejoras técnicas y organizativas que eviten futuras fugas. Esto puede incluir desde actualizaciones de software hasta formación a los empleados o revisión de políticas de acceso. Para ello lo mejor es apoyarse en una empresa especializada que defina e implante un plan de remediación de ciberseguridad.

Documentación del incidente

Es importante dejar constancia de todo lo ocurrido y de las medidas adoptadas. Esto no solo sirve para cumplir con la normativa, sino también para mejorar los protocolos internos y aprender de la experiencia.

Controlar una fuga de información es un proceso complejo, por eso contar con un plan de respuesta a incidentes y con el apoyo de un equipo especializado —como el CyberSOC de Inforges— marca la diferencia entre una crisis descontrolada y una respuesta profesional y eficaz.

 

Cómo prevenir la fuga de datos en tu empresa

Prevenir una fuga de datos no es solo una cuestión tecnológica, sino también organizativa y de negocio, ya que impacta directamente sobre él. Requiere una estrategia integral que combine herramientas, procedimientos y formación. Estas son algunas medidas clave para proteger tu empresa:

  1. Implementar políticas de seguridad claras
    Define normas sobre el uso de la información, dispositivos y herramientas digitales. Establece roles, responsabilidades y límites de acceso según el perfil de cada empleado.
  2. Controlar el acceso a la información
    Aplica el principio de mínimo privilegio: cada usuario solo debe tener acceso a los datos necesarios para su trabajo. Es imprescindible apoyarse en herramientas que prevengan la fuga de información (DLP) y utilizar soluciones de gestión de identidades (IAM) y autenticación multifactor (MFA).
  3. Cifrar la información sensible
    El cifrado protege los datos incluso si se pierden o son robados. Es esencial cifrar tanto la información en tránsito como la almacenada en dispositivos o servidores.
  4. Realizar copias de seguridad seguras y periódicas
    Disponer de backups inmutables y planes de recuperación ante desastres permite restaurar la información y asegurar la continuidad del negocio en caso de incidente.
  5. Monitorizar en tiempo real con un SOC
    Un centro de operaciones de ciberseguridad (SOC-CSIRT), como el de Inforges, permite detectar y responder de forma proactiva a posibles amenazas o comportamientos anómalos antes de que se produzcan filtraciones.
  6. Formar y concienciar al personal
    La mayoría de las fugas involucran algún error humano. Invertir en formación continua y campañas de concienciación ayuda a que los empleados sean la primera línea de defensa.
  7. Controlar el uso de dispositivos y servicios externos
    Establece políticas claras sobre BYOD (Bring Your Own Device) y limita el uso de herramientas no autorizadas. La gestión unificada de endpoints y la protección del puesto de trabajo son fundamentales.
  8. Auditar y revisar regularmente
    Revisa tus políticas, accesos y sistemas de forma periódica para adaptarte a nuevos riesgos, vulnerabilidades o cambios en la normativa.

Proteger los datos de tu empresa es proteger su reputación, su operativa diaria y su futuro. En Inforges ayudamos a las organizaciones a implementar estas medidas con un enfoque adaptado a cada entorno.

Consecuencias de una fuga de información

Las fugas de información pueden representar un impacto significativo para cualquier empresa, sin importar su tamaño o industria. Además de los problemas técnicos que puedan surgir, estos eventos afectan directamente la reputación, la confianza de los clientes y la estabilidad operativa de la organización. Entre sus principales efectos se encuentran:

  1. Pérdida de confianza de clientes y socios
    Cuando los datos personales o confidenciales se ven comprometidos, la imagen de la empresa se ve seriamente dañada. Recuperar la confianza puede llevar años… si se consigue.
  2. Sanciones legales y económicas
    En Europa, el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) establece multas que pueden alcanzar los 20 millones de euros o el 4 % de la facturación anual. Además, hay que considerar los costes legales, indemnizaciones y posibles demandas.
  3. Interrupción del negocio
    Una fuga de datos suele ir acompañada de otras consecuencias técnicas como el bloqueo de sistemas, pérdida de acceso a información crítica o necesidad de paralizar operaciones para investigar el incidente.
  4. Exposición de propiedad intelectual o secretos empresariales
    Si se filtra información estratégica o confidencial, la empresa puede perder ventaja competitiva, afectar a su innovación o incluso abrir la puerta a la competencia desleal.
  5. Costes de respuesta y recuperación
    Mitigar los efectos de una fuga requiere activar equipos técnicos, de comunicación, legales y de soporte. A esto se suman los gastos de recuperación de sistemas y refuerzo de la seguridad.
  6. Daño a la reputación
    Una empresa que sufre una fuga de datos puede ser percibida como poco segura o negligente, lo que impacta directamente en su marca y en su capacidad para captar o retener clientes.

La mejor forma de evitar estas consecuencias es actuar de forma preventiva, con políticas sólidas de ciberseguridad, apoyo experto y una estrategia clara de protección de la información.

Ejemplos de empresas que han sufrido una filtración de datos

Las fugas de datos no son un problema exclusivo de pequeñas empresas o sectores concretos. Grandes compañías de renombre también han sido víctimas de filtraciones, lo que demuestra que ningún negocio está completamente a salvo. Estos son algunos casos conocidos:

LinkedIn (2021)

Se filtraron los datos de más de 700 millones de usuarios, incluyendo nombres completos, direcciones de correo electrónico, números de teléfono y perfiles profesionales. Aunque no se accedió a contraseñas, la información fue publicada en foros de ciberdelincuentes y utilizada para campañas de phishing.

 

Equifax (2017)

Una de las filtraciones más graves de la historia. Esta agencia de crédito estadounidense sufrió el robo de los datos personales de 147 millones de personas, incluyendo números de seguridad social, fechas de nacimiento y direcciones. El incidente le costó a la empresa más de 1.400 millones de dólares en multas y compensaciones.

 

Facebook (Meta) (2019-2021)

Diversos incidentes han afectado a la red social. En uno de ellos, se expusieron los datos de más de 530 millones de usuarios, incluyendo números de teléfono y detalles personales. La información fue publicada en foros públicos, generando un gran escándalo mediático.

 

Vodafone España (2022)

Un grupo de ciberdelincuentes accedió a información interna de clientes a través de un proveedor externo. Aunque la compañía actuó con rapidez, el caso evidenció la importancia de proteger también a la cadena de suministro.

 

Iberdrola (2023)

Se expusieron datos de clientes debido a un acceso no autorizado. Aunque no se comprometieron datos bancarios, la compañía notificó el incidente de forma proactiva, tal y como exige la normativa europea.

Estos casos, y muchos más, demuestran que es fundamental contar con medidas proactivas y servicios especializados como nuestro SOC-CSIRT para prevenir, detectar y responder ante estos incidentes.

 

Fuga de Datos: Protege tus activos IT con nuestro SOC-CSIRT

En Inforges, nuestro servicio SOC-CSIRT (Centro de Operaciones de Ciberseguridad y Equipo de Respuesta ante Incidentes) actúa como una línea de defensa clave frente a las fugas de información.

  • Monitorizamos continuamente los sistemas de nuestros clientes para detectar comportamientos anómalos, accesos no autorizados o indicios de exfiltración de datos.
  • Ayudamos a prevenir incidentes mediante análisis de vulnerabilidades, control de accesos y alertas en tiempo real.
  • Ante cualquier sospecha o incidente, nuestro equipo especializado responde de forma rápida y eficaz para contener el impacto y proteger la información crítica de la organización.

SOC-CSIRT: detecta, responde, mitiga y protege tu información

Preguntas frecuentes sobre fugas de datos

Hay distintas maneras de detectar una fuga de datos: analizar el tráfico para detectar picos de tráfico desde una IP en concreto, utilizar un software de prevención de fuga de información (DLP) que alerte ante por ejemplo subida de datos con una determinada extensión o con un contenido concreto, aunque una de las mejores opciones sin duda es contar con servicios de detección proactiva que analice en tiempo real el tráfico de toda la red, avise de los incidentes de seguridad y el comportamiento de los usuario (UEBA) y que cuente con profesionales capaces de detectar, analizar y responder ante cualquier incidente.

Una filtración de datos es la exposición accidental de información, mientras que una violación de datos implica acceso no autorizado mediante un ciberataque. Ambos casos comprometen la seguridad de la información.

Las fugas de datos pueden ser causadas por errores humanos, configuraciones incorrectas, fallos en la seguridad, accesos no controlados o ataques cibernéticos. También pueden originarse debido al uso de dispositivos personales o servicios en la nube sin las medidas adecuadas.

Cuantificar los costes de una fuga de información puede ser complejo, ya que depende de muchos factores tales como cantidad, tipo de información filtrada, así como otros factores como reputación, pérdida de competitividad, etc. Aunque el coste varía dependiendo de la gravedad del incidente, este puede llegar a costar millones de euros e incluso a medio plazo acabar afectando a la viabilidad de la compañía.

Sí, hay varias prácticas que al implementarlas reducen sensiblemente la posibilidad de que exista una fuga de datos, como aplicar el principio de mínimo privilegio para todos los usuarios, cifrar la información y los dispositivos, usar autenticación multifactor, hacer copias de seguridad, formar al personal y monitorizar los sistemas en tiempo real.

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